Académico Ricardo Aravena fue distinguido con el Premio a la Excelencia Docente

El premio busca reconocer a aquellos profesores que se destaquen en aspectos como la trayectoria, la innovación y el ejemplo que le entregan a sus alumnos. Evaluados por los propios estudiantes, éste galardón tiene la cualidad de otorgarse a profesores que se esfuerzan por hacer de la enseñanza una vocación y una pasión.

En esta entrevista, el profesor Aravena expresa sus impresiones de haber recibido el galardón este año:

Llegué como alumno en 1980 a Estadística, que fue el último año de ingreso para esta carrera. Empecé en 1982 como ayudante y ya en 1984 hacía algunos cursos, pero oficialmente estoy como docente en 1985.

La interacción con los alumnos, ver los frutos de lo que uno ha sembrado en el tiempo. Es un orgullo siempre saber que nuestros alumnos han ido ascendiendo en sus trabajos con el tiempo, y en los cursos difíciles, llegar al final y ver como los alumnos aplican lo aprendido.

Técnicamente todo, dado que los distintos cursos son un desafío. Ya sea con alumnos de primer año, o bien con alumnos que odian las matemáticas (periodismo), o aquellos que les gusta (ingeniería), o con los alumnos de la licenciatura en estadística que aman la estadística. Estos últimos son los que me interesan particularmente, poder mostrarles lo que son capaces de hacer y que amen la estadística.

No es fácil, pero recuerdo dos, la primera fue escribir media pizarra blanca con un lápiz permanente y, obviamente, después no poder borrar, y en otra ocasión, realicé una clase a los alumnos de primer año con el chaleco al revés, y en uno de los módulos una alumna se acerca y me dice lo que pasaba. Ahí entendí la razón de las risas que había escuchado en el primer módulo.

No hay duda que es reconfortante recibir el reconocimiento oficial, independiente que tenga la certeza que de parte de los alumnos y mis colegas ya tengo el reconocimiento.