Opinión: ¿Uno o dos días?, por Ernesto San Martín

El 11 de abril se realizarán 4 elecciones, 2 de las cuales son nuevas, y una fundamental (la de convencionales) para la construcción futura de Chile. Ciertamente ese día habrá 4 papeletas, algunas, sino todas, muy grandes, en especial la de convencionales dado el altísimo número de listas de independientes de partidos políticos.

Ante este panorama, el pasado 2 de marzo el Gobierno ingresó un proyecto para que estas elecciones se hagan en dos días. La moción aduce dos razones que están en aparente contradicción: resguardar la salud de los y las participantes dado el esperado gran flujo de votantes; fomentar la participación “en este proceso electoral histórico” dado que, aduce el mensaje presidencial, es más fácil organizarse en dos días que en uno.

El punto más delicado de este proyecto de ley es “la custodia de las urnas” durante la noche del 10 de abril. Es este uno de los argumentos que llevó a la Cámara de Diputados a rechazar este proyecto de ley. Coincidimos con este rechazo: lo que hace de esta elección un “proceso histórico” es la elección de convencionales, con nuevos actores, las listas de independientes de partidos políticos.

Esto impone cuidar la transparencia de forma aún más quisquillosa. Si aceptamos las razones esgrimidas por el Gobierno, entonces hagamos la elección en dos días: el sábado solo convencionale, el domingo las restantes. El sábado continuamos construyendo un nuevo Chile, el domingo cuidamos la institucionalidad que asegura una construcción pacífica.

Ernesto San Martín

Director de LIES UC